Inmortal.

Siempre ahí.
Donde lo necesité.
El mundo te empujó.
El momento llegó.
El instante previo, fue sólo tranquilidad, paz.
Tú estuviste en el segundo ideal.
Atravesaste muros de concreto sin siquiera un rasguño.
Esa fue tu inconmensurable fuerza.
La que tú me diste, la que supiste inculcarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario